3ª Etapa: de Calafate al rio Leona

De Calafate al Río La Leona
Domingo, 6 de febrero de 2005



Abandonar el Calafate a las 8:00 de la mañana significaba disfrutar de uno de los paisajes más estimulantes que hay, el desierto patagónico y las aguas turquesas del lago Argentino. El viento a favor y el asfalto hasta el cruce con la Ruta 40 nos hicieron volar como nunca.

El cruce hacia el Norte y de repente todo cambió radicalmente. Del asfalto pasamos al ripio suelto por culpa de las obras de la ruta 40. El viento ahora soplaba de costado con una rabia que nos superaba y el horizonte nunca cercano, seguía siendo un eterno horizonte, muy lejano.
Por lo menos, las aguas de los ríos se mantenían mágicas, como las del río Santa Cruz.

Incansable el viento del Oeste azotando y en un descanso para comer algo, vislumbramos una sombra, otro ciclista. Dieter, un alemán solitario que chapurreaba inglés se escandalizó cuando le comentamos que a lo mejor seguíamos por la ruta 40 y no íbamos a Chaltén. Nos obligó a tomar el paso de la Laguna del Desierto. En fin, parecía que todas las señales nos indicaban Chile sin descanso.

Tampoco había ninguna sombra donde protegerse del sol, todo era llanura y tierra.

Paralelos a la ruta, la orilla oriental del lago Argentino y los cerros nevados de los Andes australes, daban la nota de color al paisaje.

Quién podría hacer frente al viento en semejante escenario. Pedalear y no parar, solos a través de la inmensidad.

Sin embargo recibimos una visita inesperada. Una manada de Guanacos se asomó a la ruta con intención de cruzarla tras nuestro paso.

Por lo menos tras la sesión de limpieza y una charla con Daniel y su familia, disfrutamos del primer mate del viaje.

1 Comentarios:

At 6:10 p. m., Blogger Monica said...

que imágenes tan cálidas! me recuerda mucho a mi viaje a un hotel en calafate que buena experiencia visitando lugares tan hermosos

 

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